¿Qué significa Apocalipsis?
¿Qué entiendes cuando escuchas la palabra Apocalipsis?
La definición de Oxford Languages nos da dos definiciones:
1. Fin del mundo
2. Fin catastrófico o violento que conlleva la desaparición de una cosa, especialmente del mundo.
El Apocalipsis de San Juan (en griego antiguo, Ἀποκάλυψις Ἰωάννου Apokálypsis Ioánnou 'Revelación de Juan'), también conocido como el libro de las Revelaciones, es el último libro del Nuevo Testamento y de la Biblia cristiana. También es conocido como Revelaciones de Jesucristo por el título que al principio se da a este libro (Ἀποκάλυψις Ἰησοῦ Χριστοῦ) y, en algunos círculos protestantes, simplemente como Revelación o Libro de las revelaciones. Por su género literario, es considerado por la mayoría de los académicos el único libro del Nuevo Testamento de carácter exclusivamente profético.
Básicamente el libro de apocalipsis o revelaciones está compuesto por una literatura correspondiente a lo que se conoce como la Escatología Bíblica.
¿Qué es la Escatología?
La palabra escatología deriva del griego ‘éskhata’, que significa "cosas últimas"; fue traducida al latín en la versión de la Biblia llamada "La Vulgata" como ‘novissima’, que significa "lo más nuevo" o "las cosas más recientes".
El pasaje mas conocido para referirnos a las cosas ultimas individuales está en en un texto apócrifo del libro Eclesiástico 7:36 en donde con relación al fin individual de cada persona dice:
"En todas tus acciones ten presente tu fin, y jamás cometerás pecado"
En el Nuevo Testamento, específicamente en el libro de apocalipsis se refiere a la revelación de las ultimas cosas en la lista de acontecimientos que Jesús predijo en Mateo 24 que es relativamente cercano al libro de apocalipsis. En definitiva, La escatología bíblica nos enseña el calendario de los acontecimientos finales de la historia de la humanidad reveladas en la biblia especialmente en la literatura escatológica y más específicamente en el libro de Apocalipsis.
Paternidad literaria del libro de Apocalipsis
Es muy complejo a través de la historia llegar a un consenso debido a la pluralidad de autores de muchos libros neotestamentarios que surgieron especialmente después del año 100 DC. Hubo por lo menos unos 250 evangelios apócrifos en nombre de los apóstoles o personas que fueron testigos oculares de los hechos de Jesús. Esto hace que el trabajo de investigación sobre paternidad literaria en todos los libros del NT sea particularmente difícil.
Aunque no todos están de acuerdo, hay indicios de que el libro de Apocalipsis ya se conocía en el período de los padres apostólicos. Hay referencias en el Pastor de Hermas (150 d.C.) la futura gran tribulación (2:1,5, 7, 3:16) que parecen reflejar las enseñanzas de Apocalipsis 2:10 y 7:14. Además el Pastor de Hermas usa un vocabulario muy parecido al del Apocalipsis.
Por ejemplo, el enemigo de los creyentes se representa por una bestia, la descripción de las langostas de fuego que salen de la boca de la bestia, los santos visten vestiduras blancas y llevan coronas en sus cabezas.
También parece que el autor de la Epístola de Bernabé conocía del Apocalipsis. Bernabé 7:9 y 21:3 tienen cierto parecido con Apocalipsis 17:7, 13 y 22:10. En los escritos de Ignacio, quien fuera obispo de Antioquía de Siria (98-117 d.C.) aparecen algunas referencias que se asemejan a pasajes del Apocalipsis (compárese a los Efesios 15:3 con Apocalipsis 21:3 y a Filadelfia 6:1 con Apocalipsis 3:12).
Sin embargo, fue Justino Mártir (100-165 d.C.) quien por primera vez menciona el Apocalipsis y lo atribuye al apóstol Juan. En Diálogo con Trífón dice: “Un hombre llamado Juan, uno de los apóstoles de Jesucristo profetizó mediante una revelación que le fue concedida, que los que han creído en nuestro Cristo morarán por mil años en Jerusalén (Ap. 20:4-6) y que luego tendrá lugar la resurrección universal y, para decirlo en una palabra, eterna de todos los hombres y al mismo tiempo el juicio” (81:4).
Hay que añadir los testimonios de Papías (60-130d.C.) tocante a la credibilidad del Apocalipsis y de Melitón, obispo de Sardis (161-180 d.C.) quien escribió un comentario sobre dicho libro. El canon Muratorio Siglo II d.C.) Atestigua de la existencia incuestionable del Apocalipsis y de su uso en la iglesia romana a finales del siglo segundo.
El primer comentario del Apocalipsis que se ha conservado lo escribió Victorino. Quien murió en el año 303 d.C. como resultado de las persecuciones dirigidas por Diocleciano. La mayor impugnación del libro de Apocalipsis provino de Dionisio de Alejandría (250 d.C.) Dionisio colocó los cimientos sobre los que la crítica moderna edifico sus argumentos tocantes a la paternidad literaria del Apocalipsis.
¿Pero, Quien fue Juan?
Juan era originario posiblemente de la ciudad de Capernaun, junto con su hermano mayor Santiago se dedicaban a la pesca en el mar de galilea o mar de Tiberiades, era hijo de Zebedeo y posiblemente su madre fue Salome. Junto a su hermano, Jesús los llamo con una frase aramea que pasando por el griego es “Boanerges” que significa “los hijos del trueno” por su gran ímpetu. Fue testigo de los momentos mas especiales de la vida de Jesús. Después de la ascensión de Cristo y recibir el Espíritu Santo en pentecostés tanto Juan como los demás especialmente Pedro fueron apresados y llevados al sanedrín por ser predicadores de Jesús.
Pero es el apóstol Pablo quien en la carta a los Gálatas menciona a Juan quien entre otros como Pedro y Santiago eran pilares de la fe cristiana primitiva.
A pedido de Jesús mientras estaba en la cruz, Juan cuidó de María como su propia madre mientras cumplía la misión de testificar de Jesús.
Diversos textos patrísticos le adjudican su destierro en Patmos durante el gobierno de Neron, y una prolongada estancia en Éfeso, constituido en fundamento de la vigorosa «comunidad joánica», en cuyo marco habría muerto a edad avanzada.
El libro de apocalipsis es así el ultimo de los escritos joánicos para la ultima iglesia que a partir de aquel primer siglo estaría siendo representada por un remanente hasta la segunda venida de Cristo.
Existes dos posiciones sobre el tiempo de escritura del libro de apocalipsis, la primera nos dice acerca de que probablemente fue entre los años 64-90DC, pero la segunda dice que fue entre el 90-95DC, en ambos casos Juan ya sería un anciano.
Métodos de interpretación Profética
Preterismo
El nombre preterista es una combinación de dos palabras latinas “praeter” (pasado) “yire” (ir) y quiere decir lo que ya es pasado, es decir, que pertenece al pasado.
Los preteristas creen que el Apocalipsis se restringe al primer siglo. De esa forma, las persecuciones imperiales romanas serían el único objeto de preocupación del autor del libro. En las notas de la Biblia de Jerusalén, por ejemplo, Babilonia representa la “Roma idólatra”, y las siete cabezas de Apocalipsis 17 representan siete emperadores romanos. En el preterismo, el Apocalipsis se distancia tanto de la historia cristiana como del lector actual.
La escuela de interpretación Escatológica Preterista y sus diferentes clases de preterismo tuvo su origen en la Iglesia Católica Romana después del Concilio de Trento, se le atribuye principalmente a un monje Jesuita Luis De Alcazar (1554-1613), pero fue introducida a la Iglesia protestante principalmente por un libro titulado "La Parousia" de J. Stuart Rusell en él siglo XIX y promovido en tiempos recientes (1996) por los hermanos Leonard en él libro "La promesa de su Venida". Hoy día existen variadas posiciones con tendencia preterista y sería bueno hacer distinción entre las principales líneas de pensamiento.
Futurismo
La Iglesia Romana necesitaba una manera intelectual de distanciarse a sí misma de las implicaciones proféticas de Daniel 7 y 8, un hecho del cual todos los Protestantes de la época eran muy conscientes. Francisco Ribera, un erudito Jesuita, introdujo el Futurismo en 1585. El cardenal Roberto Bellarmino, uno de los defensores más conocidos Jesuitas, ayudó a promover las ideas de Ribera.
A su vez, los futuristas tienen en el Apocalipsis un libro esencialmente escatológico, tratando los eventos más inminentes a la segunda venida de Cristo. Ese método de interpretación ganó gradualmente la adhesión de protestantes, evangélicos y de pentecostales, después de la propagación del dispensacionalismo desde el siglo XIX.
Según esa doctrina reciente, Dios salva a la humanidad de formas diferentes en las diversas “dispensaciones” (del griego, oikonomia, literalmente, “ley/administración de la casa”, 1 Corintios 9:17), refiriéndose a diferentes formas de actuar de Dios en el mundo. En cada dispensación el Señor se revela de una forma y la humanidad es probada en su respuesta a esa acción. En cada dispensación, la humanidad falla, y Dios inicia un nuevo ciclo.
En el dispensacionalismo hay una dicotomía entre Israel y la iglesia. La iglesia surge como un paréntesis en relación al plan divino para Israel: un tipo de “plan B”. En la segunda venida de Cristo (invisible para el mundo), ocurre el llamado “arrebatamiento secreto” de los cristianos, mientras los judíos y los demás permanecen en la tierra y pasan por siete años de tribulación, durante los cuales todavía son probados, hasta que el reino de Dios se establezca definitivamente. La doctrina del arrebatamiento secreto fue creada por John Nelson Darby en torno del año 1830 y se difundió en el siglo XX gracias a Scofield Reference Bible, lanzada en 1909. Esa manera de interpretar el Apocalipsis es el tema de la serie de libros y películas Nadie será dejado para atrás (Left Behind), de Tim LaHaye y Hal Lindsey. Sin embargo, Tanto el futurismo como su hija el dispensacionalismo no cuadran con el calendario escatológico de apocalipsis. Pero, es importante recordar que “todo dispensacionalista es futurista, pero no todo futurista es dispensacionalista”. Los futuristas críticos del dispensacionalismo creen en el milenarismo clásico, según el cual no hay dispensaciones ni distinción entre Israel y la iglesia cristiana en relación a los eventos finales.[4] Pero, de una forma o de otra, en el futurismo, “principal objeción… es que remueve del libro cualquier contexto histórico”, y “el Apocalipsis se torna relevante solo para la última generación del tiempo del fin”.
Idealismo
A diferencia de las otras corrientes de interpretación, el idealismo no encuentra en el Apocalipsis ninguna relación con hechos históricos. Para los idealistas, el libro presenta una descripción simbólica de la lucha entre el bien y el mal, que no se aplica a ningún período histórico. Restarían solo una verdad ética y principios que se aplican a creyentes en cualquier período de la historia”. Por lo tanto, el fruto de un abordaje más humanista y pos moderno de la Biblia, centrada en el lector.
Historicismo
Por fin, tenemos el historicismo. Según esa corriente de interpretación, las profecías se cumplieron en el pasado, algunas se cumplen en el presente y otras se cumplirán en el futuro. LeRoy Edwin Froom lo definió como “el cumplimiento progresivo y continuo de la profecía, en una secuencia ininterrumpida, de los días de Daniel y el tiempo de Juan, hasta el segundo advenimiento y el fin del tiempo”.
En los libros apocalípticos, se percibe que el cumplimiento de las profecías se da a lo largo de la historia, culminando en el establecimiento del reino de Dios. En Daniel se suceden cuatro imperios, comenzando por Babilonia (neobabilónico), seguido por “Grecia” (macedónico), “Medo Persa” y Roma, dando lugar a “reinos” divididos, hasta que el reino de Dios sea establecido (cap. 2 y 7). Sin embargo esas profecías también contemplan hechos que se cumplirían en tiempos “muy lejanos”, del punto de vista de Daniel, o sea, en los “últimos días” (Dan. 8:26; 10:14).
En el Apocalipsis, la perspectiva del proceso histórico se nota en la primera mitad de libro (cap. 1-11), en que las tres series (iglesias, sellos y trompetas) se extienden de los días de Juan al regreso de Jesús. Siguiendo el principio del paralelismo de Daniel, en que los cuatro metales de la estatua del capítulo 2 corresponden a los cuatro animales del capítulo 7, esas tres series señalan a la acción divina sobre la iglesia y sus antagonistas a lo largo de la historia. No es por acaso que cada una de las tres series se cierra, señalando directa o indirectamente al regreso de Jesús.
La segunda mitad del libro (12-22), más escatológica, presenta un conflicto iniciado en el Cielo y definido en la cruz (Apoc. 12:4-12) que tiene su desenlace en los últimos días, con la participación de diferentes agentes divinos y satánicos. O sea, demuestra la acción divina en el pasado con sus reflejos decisivos sobre el presente y el futuro de la humanidad.
En el historicismo, por lo tanto, las acciones divinas, las falsificaciones de Satanás y las respuestas humanas son presentadas en una línea continua hasta la redención final. De esa forma, tanto Apocalipsis como Daniel, parecen cumplir su papel como libros universales, con informaciones relevantes para todas las eras, desde su composición.
En el historicismo, por lo tanto, el pasado no fue olvidado. Por el contrario, sirve para evaluar las profecías todavía no cumplidas. Los adventistas estudian el Apocalipsis por ese método desde mediados del siglo XIX y fueron fortalecidos por la comprensión de que el mundo iría de mal en peor, mientras la cultura contempla un futuro brillante en la llamada belle époque. Es gracias a ese sólido método de interpretación apoyado por Jesús, por los autores bíblicos, escritores antiguos y por los reformadores que los adventistas identifican las profecías sobre la apostasía cristiana, el golpe “mortal” sobre el papado y su resurgimiento, el dominio de una superpotencia mundial y la diseminación del espiritismo. Eso no significa que los adventistas sean mejores que otros estudiosos de la Biblia, sino que solo un estudio concienzudo, guiado por el Espíritu Santo y fundado en sólidos principios de interpretación puede llevar a una compresión más armoniosa y plena de Daniel y de Apocalipsis.
Un ejemplo muy especifico es la profecia del capitulo 7 de Daniel y el surgimiento consecutivo de las bestias que representan imperios en la historia.
a. la primera bestia = León
b. la segunda bestia = Oso
c. la tercera bestia = leopardo.
En el capitulo 13 de apocalipsis aparece una bestia con las características de la bestia de Daniel 7, veamos el orden.
a. Leopardo
b. Oso
c. León
Si analizamos detenidamente el orden bajo la perspectiva de cada escritor tanto de Daniel como Juan descubriremos el método historicista de interpretación biblia.
Daniel escribe el capitulo 7 de su libro alrededor del año 550 AC. Y desde su tiempo y perspectiva ve hacia el futuro y por ello describe las características de las bestias y su surgimiento en forma consecutiva histórica. Sim embargo, mas de 600 años DC, el profeta Juan esta viendo las mismas características en el capitulo 13 de Apocalipsis donde el ve a una bestia que surge del mar con las mismas características de Daniel 7 pero en diferente orden. Mientras Daniel los ve hacia el futuro, Juan los ve hacia el pasado, por eso el orden es diferente, básicamente al revés.
Este análisis básicamente nos muestra el método historicista como el método que esta mas destacado en la biblia para interpretar la profecía bíblica escatológica.
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