El mensaje a la iglesia de Éfeso

Texto Clave

"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios" (Apocalipsis 2:7)

La ciudad de Éfeso: También era conocido a nivel mundial por ser el centro religioso, cultural y económico de la región. Éfeso tenía el notable templo de Diana, quien era una diosa de la fertilidad, adorada como sexo inmoral. Este tremendo templo para Diana en Éfeso era tenido como una de las siete maravillas del antiguo mundo. Era soportado por 127 pilares, cada pilar con 60 pies de altura, y estaba adornado con grandes esculturas. El Templo de Artemis era también un tesoro mayor y un banco del antiguo mundo, donde los comerciantes, reyes, y aún ciudades, hacían depósitos, y en donde su dinero podía mantenerse seguro bajo la protección de la deidad. Éfeso era un fuerte de Satanás. Aquí eran practicadas muchas cosas malvadas, de índole supersticiosas y satánicas. Libros que contenían formulas de hechicería y de otras artes prohibidas impiadosas, abundaban en esa ciudad.

El mensaje a la iglesia de Éfeso: Está marcada por el método de interpretación profética Historicista, y corresponde a la iglesia Cristiana primitiva del primer siglo de nuestra era.

Es interesante notar que cada mensaje a cada iglesia tiene una estructura muy similar a las demás, comienza con una salutación, con una declaración de conocimiento de parte de Dios de las obras de la iglesia, una exhortación, una promesa y por ultimo una garantía para los vencedores.

El capitulo 1 termina diciendo que:

"El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias" (Apoc. 1:20)

Para comprender mejor el mensaje a las iglesias es necesario recordar lo que nos dice este pasaje que acabamos de ver. Nos dice que las 7 estrellas son los Ángeles de las iglesias, los 7 candeleros son las 7 iglesias. Debemos comprender que los 7 Ángeles son los dirigentes de cada una de las iglesias.

El mensaje a la iglesia de Éfeso comienza diciendo lo siguiente:

"Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:" (Apoc. 2:1)

En el capitulo uno de este libro de apocalipsis vimos que en la visión del testigo fiel que es Jesucristo tenia en su mano siete estrellas y se paseaba por en medio de los siete candeleros. Aquí en el versículo uno del capitulo uno Juan escribe que el que envía el mensaje no es el mismo, el solo es el medio, pero quien esta enviando el mensaje es que tiene las siete estrellas en su mano y el que se pasea por en medio de los siete candeleros. Como ya hemos visto, Juan, en la visión del "Testigo Fiel" lo identifica como Jesucristo. Es decir, el mensaje es tan confiable y tan universal porque provienen de quien tiene toda la plenitud y universalidad del mensaje de salvación.

La iglesia primitiva necesitaba un mensaje alentador y lleno de consuelo, la verdad de que Cristo había resucitado y ascendido al cielo había sido pisoteada por los lideres religiosos y las autoridades de aquella época. A partir del año 31, la partida de Jesús había dejado un vacío entre sus seguidores que unos 40 días después fue llenado con la presencia de Espíritu Santo en pentecostés. La época posterior el evangelio seria predicado con gran poder y se expandiría por toda Asia menor y hasta la india. Pero en el año 64 con el incendio de Roma con la cual culparon a los cristianos, la persecución de la iglesia primitiva comenzó con la muerte de Pablo, y desde entonces la persecución no solo era de parte de los judíos si no de parte del imperio Romano. Tanto judíos como los romanos persiguieron a todos los primeros cristianos, dejando a su paso, la muerte de cientos de discípulos incluyendo a los apóstoles. Pero mientras mas hijos de Dios aprisionaban o asesinaban miles y cientos mas de cristianos aparecían. A continuación una corta descripción de como murieron la mayoría de predicadores primitivos:

Jacobo: Según Hechos 12:2 fue decapitado por órdenes del Rey Herodes.

Pedro: La tradición enseña que sufrió martirio en Roma durante el reinado de Nerón, y cuando se dirigían a matarlo por medio de la crucifixión el mismo pidió ser crucificado con la cabeza hacia abajo.

Andrés: Al llegar a Edesa en Mesopotamia en un viaje misionero fue crucificado en una cruz, cuyos dos extremos estaban transversalmente elevados sobre la tierra, de ahí que viene la expresión “La cruz de Andrés”

Marcos: Murió arrastrado por el pueblo en Alejandría en la fiesta dedicada al ídolo Máximo.

Santiago: El hijo de Zebedeo fue decapitado a espada en Jerusalén por orden del Rey Agripa en el año 44 DC.

Felipe: Fue azotado, puesto en prisión y después crucificado en Asia Menor en el año 54.

Bartolomé: Fue el primer ministro en la India. Tradujo el evangelio al hindú propagándolo por aquel país. Murió crucificado por un grupo de fanáticos idolatras.

Tomas: Llamado también Didimo predicó el evangelio en Partia y también en la India donde debido al enojo de los sacerdotes paganos fue atravesado con una lanza.

Lucas: Médico de Macedonia fue colgado de un olivo por los sacerdotes idolatras de Grecia.

Mateo: Fue atravesado con una lanza en Nadabao, Etiopía, en el año 60 D.C.

Santiago: El hijo de Alfeo fue crucificado en Egipto.

Santiago el Justo: Según un historiador del siglo II fue arrojado por los fariseos desde el pináculo y después muerto a garrotazos, mientras él de rodillas hacia oraciones por sus verdugos.

Judas: Llamado también Judas Leveo o Tadeo fue crucificado en Edesa Mesopotamia en el año 72 D.C.

Simón: No se registra su fallecimiento. Fue líder del grupo insurreccional conocido como los Zelotes.

Matías: El escogido para tomar el lugar de JUDAS ISCARIOTE fue apedreado en Jerusalén y después decapitado.

Pablo: Al llegar a Roma probablemente de un viaje misionero fue capturado por orden de Nerón y después decapitado.

Juan: El discípulo amado de Jesús, enfrentó el martirio cuando fue hervido en un enorme caldero de aceite durante una ola de persecución en Roma. Sin embargo, fue librado milagrosamente de la muerte. Fue sentenciado a las minas en la prisión de la isla de Patmos y fue ahí donde escribió el libro profético «Apocalipsis». Después fue liberado y regresó a lo que hoy conocemos como Turquía. Juan murió de viejo y fue el único de los apóstoles que falleció de muerte natural.

Todos ellos murieron por predicar a Jesús, excepto el escritor de Apocalipsis quien para el año 90 d. C. estaba en prisión en la isla de Patmos y desde allí escribió este maravilloso libro.

En el versículo 2 el profeta sigue dirigiéndose a la iglesia de la siguiente manera:

"Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;" (Apoc. 2:2)

En este versículo Jesús dice "Yo conozco tus obras y tu arduo trabajo y Paciencia", se refiere precisamente al trabajo realizado por la iglesia después de recibir el Espíritu Santo en pentecostés, miles y miles eran traídos a cristo por medio de la predicación. La paciencia Jesús la reconoce debido a que la mayor parte de Judíos no aceptaron a Cristo como su salvador, al contrario, fueron quienes propiciaron las persecuciones tempranas contra la iglesia. De hecho, cuando leemos el libro de Los hechos de los apóstoles nos damos cuenta que en los viajes misioneros del Apóstol Pablo, en cada ciudad a la cual el iba a predicar las revueltas eran propiciadas por los judíos de las sinagogas, en ciudades como Listra, fue apedreado y dejado por muerto, en Éfeso en su tercer viaje lo persiguieron para arrestarlo y matarlo. Todo esto propiciado por los judíos. Sin embargo, es hasta el año 64 y el incendio de Roma que el emperador usó este argumento para perseguir a los cristianos y desviar la atención de la gente de un imperio precario a una persecución a los cristianos culpándolos así del incendio y de la precariedad del imperio. Así es como con la muerte de Pablo comienzan las persecuciones imperiales en la segunda mitad del primer siglo de la iglesia apostólica.

En este tiempo de la iglesia profética de Éfeso, es decir, en estas fechas mencionadas ya Pablo había mencionado algo especial al respecto: Pablo advirtió a los Efesios en Hechos 20:29-31: "Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno" De esta alabanza de Jesús, vemos como los Efesios tomaron la advertencia de Pablo en serio.

La iglesia de hoy, como la iglesia de los Efesios en aquel entonces, debe de probar vigorosamente a aquellos que dicen ser mensajeros de Dios – especialmente a los que dicen ser apóstoles, porque los engañadores hablarán bien de ellos mismos. Cuanto más grande sea la maldad, el mayor engaño que esconderá.

Una de las características mas esenciales además de la paciencia y el arduo trabajo, es lo que Jesús dice "No has desmayado". Como pueblo de Dios los hermanos de esta iglesia profética no desmayaba, la presencia del Espíritu Santo en esta iglesia le daba fortaleza divina para seguir predicando el evangelio. En nuestro tiempo también nuestra iglesia necesitamos el Espíritu Santo para no desmayar y para seguir predicando este maravilloso evangelio.

En el versículo 4 Jesús tiene un reclamo contra esta iglesia profética, les dice que han perdido su primer amor. La expresión comienza con la palabra "Pero..." que significa "a pesar de todo lo que has hecho" es decir, "todo el bien que la iglesia había hecho no cancelaba todo el mal que Jesús estaba por decir". Notemos como dice que "has dejado tu primer amor" no dice "perdido". Ellos simplemente dejaron, abandonaron el primer amor, no lo perdieron. Esto todavía es mas grave.

La distinción entre el dejar y perder es importante. Algo puede ser perdido por accidente, pero el dejar es un acto deliberado, aunque esto no puede suceder de un momento para otro. También, cuando perdemos algo no sabemos donde buscarlo, pero cuando dejamos algo, sabemos donde buscarlo.

Aunque ellos habían dejado su primer amor, todo se miraba bien en el exterior. Si tú hubieras ido a uno de los servicios de la iglesia de Éfeso, hubieras podido pesar, “Esta es una iglesia donde suceden cosas. Están haciendo tanto, y en verdad cuidan la verdad.” Al mismo tiempo, pudieras haber tenido un sentimiento vago y falto de paz – aunque pudiera ser difícil de captar. No era difícil para Jesús el ver el problema, aun cuando todo pareciera verse maravilloso desde el exterior. Esto mismo es lo que esta sucediendo hoy en nuestras iglesias, la liturgia, el orden, las alabanzas, las oraciones, las predicaciones, todo esta bien, aparentemente bien. Pero la ausencia del primer amor hace que nuestra situación sea caótica también.

El problema era serio. Sin amor, todo es vano. No es sorprendente que Jesús dijera, “pero tengo contra ti.” como dijo spurgeon: “Una iglesia no tiene razón de ser cuando ella no tiene amor dentro de su corazón, o cuando el amor sea enfriado. Pierdes el amor, pierdes todo".

Entonces nos viene una pregunta ¿Qué amor dejaron ellos? Como Cristianos, se nos dice que amemos a Dios y a los unos a los otros. ¿Dejaron su amor por Dios? Dejaron su amor el uno por el otro? Probablemente ambos estén en mente, porque estos dos amores van de la mano. No puedes decir que amas a Dios y no amas a Su familia, y no puedes amar a Su familia sin amarle a Él primero. Cuando vemos y analizamos las características anteriores de esta iglesia nos damos cuenta que en algún momento llegaron a sustituir el amor a Dios y el amor al prójimo por el trabajo que estaban realizando. Y es que esos mismos problemas aquejan hoy al pueblo de Dios. Algunos consideran que el hecho de estudiar la biblia y predicar, y dar estudios bíblicos y mas es mas que suficiente. Sin embargo, el amor a Dios no solo es involucrarse en actividades religiosas en la iglesia, se trata de demostrar con actitud que buscamos alcanzar la estatura de cristo en cuanto a carácter y mente. Jesús visitaba enfermos, oraba por ellos, y la mayoría de las veces que lo buscaban entre las personas mas influyentes en las fiestas en Jerusalén, tenían que ir a buscarlo a sitios donde solamente los mas necesitados podían estar, un ejemplo claro es el estanque de Betesda. Nuestros hermanos del primer siglo de nuestra era habían perdido su primer amor.

Estos hermanos reciben una recomendación directa, Arrepiéntete y haz tus primeras obras. Sin arrepentimiento no hay perdón de pecados, y sin arrepentimiento no se puede comenzar una vida cristiana. Este mensaje no solamente es para la iglesia de del primer siglo, y esto es lo hermoso, estas líneas que encontramos en el mensaje a la primera iglesia no necesita ser escrito en los siguientes mensajes, pues es un mensaje para todas las épocas, "arrepiéntete y haz las primeras obras". Dios nos pide arrepentimiento, nos indica que el hecho de que ya una vez nos arrepentimos no debemos descuidar nuestra vida de consagración, La vida cristiana es una carrera, es un constante crecimiento, y cuando nos estancamos hay retroceso y disminuimos. Así como nuestros hermanos del primer siglo se arrepintieron y siguieron predicando el mensaje del evangelio de salvación puro de Cristo, así mismo Dios espera que nosotros hoy nos arrepintamos de nuestros pecados, de nuestra negligencia y prediquemos el mensaje de los tres ángeles.

Una de las cosas que Jesús destaca en la vida espiritual de los hermanos cristianos del primer siglo es que les dice que ellos "ABORRECES LAS OBRAS DE LOS NICOLAITAS LAS CUALES ABORREZCO YO TAMBIEN" (verso. 6). En otro estudio hemos enfocado directamente este asunto de los nicolaítas. Es interesante, porque sabemos ahora que la doctrina de los nicolaítas era permitir, tolerar, defender y justificar e incluso, proclamar salvación sin arrepentimiento de pecados como el adulterio, fornicación, y algunas practicas sexuales paganas como orgias como culto. Aunque esto ultimo no se llego a realizar, o por lo menos no hay evidencias de que en las iglesias cristianas del primer siglo se practicara la orgia en la iglesia cristiana. Un caso aislado era la iglesia de corinto, sin embargo, al examinar los escritos del apóstol Pablo no parece que hayan llegado a ese extremo. En el mensaje a la iglesia de Pérgamo que corresponde del año 313 -538 d. C. Los nicolaítas y los de la doctrina de Balaam ya aparecen dentro de la Iglesia, esto nos dice que aunque nuestros hermanos de Éfeso del primer siglo no dejaron entrar estas doctrinas, ni los hermanos de Esmirna en el segundo siglo, probablemente en algún momento del tercer siglo entraron a la iglesia y eran tan influyentes que comenzaron a cristianizar muchas doctrinas paganas. Lo importante de esto es que se nos dice que los hermanos del primer siglo no dejaron entrar estas doctrinas paganas a la iglesia. Parece que ese mensaje no lo hemos tomado para nosotros hoy, y en nuestra iglesia hemos dejado entrar cualquier cantidad de costumbres y practicas paganas, e incluso practicamos y participamos de esas fiestas y actividades. Sin duda la historia se esta repitiendo, la única diferencia es que hoy Dios tiene un remanente que no permitirá que sea vencido por el pecado y antes de que el enemigo destruya a su remanente, el señor nos librara con su gran poder en su segunda venida.

Como todas las demás iglesias, el mensaje a esta iglesia de Éfeso también recibe un mensaje de recompensa, y hace un paralelismo, así como en el Edén el hombre tuvo la oportunidad de comer del árbol de la vida si era obediente, así también se le promete a Éfeso en el principio de la iglesia cristiana que si vence el pecado, que si vence la tentación si vence la insinuación de satanás a desobedecer los mandamientos, entonces y solo entonces podremos comer del árbol de la vida que esta en el paraíso de Dios. Es mi anhelo, mi sueño, mi mayor deseo obtener la victoria sobre el pecado y vivir siempre con Cristo en mi vida para poder comer de ese árbol de la vida.

José M. Suazo

Director General

Ministerio Ammiel