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El Espíritu Santo y Los Testimonios

Foto del escritor: Jose M.  SuazoJose M. Suazo

Una pregunta que a menudo me hacen es, ¿Qué dice el Espíritu de Profecía sobre la personalidad, individualidad y Deidad del Espíritu Santo?

En este estudio vamos a abordar lo que la sierva del señor nos enseña acerca de este tema tan importante. Muchos usan de manera inadecuada algunas de sus citas sacándolas de su contexto original, dándole una interpretación personal y diametralmente diferente a lo que la mensajera del señor intentó transmitir. En este artículo ni vamos a abordar todas las citas que existen en los testimonios, más solamente tomaremos aquellas que tienen mayor relevancia y énfasis en el tema que nos ocupa hoy.

Una verdad no menos importante es que la verdad en todo tiempo a través de toda la historia siempre ha sido revelada de manera progresiva. Si vemos las verdades pilares del adventismo no fueron reveladas en un momento, fue a través de décadas que la sierva del señor recibió instrucción divina acerca de las grandes verdades distintivas para este tiempo. La mayor parte de citas que escribió acerca del Espíritu Santo fue revelada después de 1880 o después de la muerte de su esposo James White. Algunas personas han preguntado acerca de la razón por la que no escribió antes cuando su esposo aún vivía acerca de la personalidad e individualidad del Espíritu Santo, y la respuesta puede que tenga que ver con las creencias Arrianas que su esposo tenía, probablemente no estaba listo para abrazar la revelación acerca del Espíritu Santo.


La Personalidad del Espíritu Santo: La tercera persona de la Divinidad en el cielo.


Elena White nos ayuda a entender este tema en sus numerosas citas sobre la obra del Espíritu Santo, ella escribió y predicó sobre este tema como vemos a continuación:

"Necesitamos comprender que el Espíritu Santo, que es una persona así como Dios es persona, anda en estos terrenos."—Manuscrito 66, 1899. [Extracto de un discurso dado a los alumnos del Colegio de Avondale, Australia.] (EV 457.5)

Los detractores de la personalidad e individualidad del Espíritu Santo a menudo disponen una interpretación de esta cita añadiendo que se refiere a la persona de Cristo y no a una tercera persona a quien se le identifica como Espíritu Santo.


La siguiente cita ayuda a despejar ese argumento:

"El pecado podía ser resistido y vencido únicamente por la poderosa intervención de la tercera persona de la Divinidad, que iba a venir no con energía modificada, sino en la plenitud del poder divino.”—El Deseado de Todas las Gentes, 608."

En esta cita la sierva del señor de manera directa y explícita expone que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Divinidad haciendo alusión a lo que Juan en su evangelio explica diciendo que el Espíritu Santo es el Otro Consolador (Jn. 14:16) y que nos convence de pecado y de juicio (Jn. 16:8).


Otra cita muy interesante sobre la personalidad e individualidad del Espíritu Santo es la siguiente:


"El Consolador que Cristo prometió enviar después de ascender al cielo, es el Espíritu en toda la plenitud de la Divinidad, poniendo de manifiesto el poder de la gracia divina a todos los que reciben a Cristo y creen en él como un Salvador personal. Hay tres personas vivientes en el trío celestial; en el nombre de estos tres grandes poderes—el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo—son bautizados los que reciben a Cristo mediante la fe, y esos poderes colaborarán con los súbditos obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo" .—Special Testimonies, Serie B, 7:62, 63 (1905). (EV. 446.3)

Estas citas nos ayudan a comprender que el Espíritu Santo es un ser diferente del Padre y diferente del Hijo y tiene las características divinas de Dios. Por lo cual es el digno representante de Cristo en la tierra, es quien lleva a cabo el convencer de pecado y de juicio a todos aquellos que entregan su vida a Cristo, es quien por medio del ministerio de los ángeles lleva a cabo el proceso vital de la redención del hombre por el sacrificio de Cristo.



El Espíritu Santo como representante de Cristo


Después de la ascensión de Cristo al cielo en Hechos 1, Jesús cumple su promesa de Juan 14:16 cuando dijo que "Rogaré al padre para que os dé otro consolador el cual estará con vosotros siempre" en Hechos 2 leemos la narración de cómo El Espíritu Santo ocupa el lugar de Cristo en la tierra cuando Cristo estaba siendo recibido en el cielo. Estas escenas las podemos revisar en Apocalipsis 4 y 5 en la visión del Trono De de Dios que Juan ve.


La sierva del señor con relación al Espíritu Santo como representante de Cristo aquí en la tierra escribió lo siguiente:

"El Espíritu Santo es el representante de Cristo, pero despojado de la personalidad humana e independiente de ella. Estorbado por la humanidad, Cristo no podía estar en todo lugar personalmente. Por lo tanto, convenía a sus discípulos que fuese al Padre y enviase al Espíritu como su sucesor en la tierra. Nadie podría entonces tener ventaja por su situación o su contacto personal con Cristo. Por el Espíritu, el Salvador sería accesible a todos. En este sentido, estaría más cerca de ellos que si no hubiese ascendido a lo alto..." (EJ 173.4)

El Espíritu Santo claramente es el representante de Cristo. Mientras Cristo ascendía para cumplir sus obligaciones en el santuario celestial, El Espíritu Santo descendía para continuar la obra de redención de los hijos de Dios.

"La promesa del Consolador les presentaba una rica verdad. Les aseguraba que no perderían su fe bajo las circunstancias más difíciles. El Espíritu Santo, enviado en el nombre de Cristo, iba a enseñarles todas las cosas, y traería todas las cosas a su memoria. El Espíritu Santo era el representante de Cristo, el Abogado que está constantemente intercediendo por la raza caída. El ruega porque pueda serles dado el poder espiritual, para que mediante el poder de Uno que es más poderoso que todos los enemigos de Dios y del hombre, pudieran vencer a sus enemigos espirituales." (RJ 121.4)

La inspiración del señor por medio de su sierva aclara detalladamente que Cristo no es El Espíritu Santo, sino, que este es el representante de Cristo después de su ascensión.


La obra del Espíritu Santo en el tiempo del fin


El Espíritu Santo como continuador y perfeccionador de la redención de Cristo en. Uretras vidas tiene una función esencial en establecer una reforma en nuestro carácter, en mantener la verdad en nuestra mente. La pluma inspirada de nuevo nos ayuda a entender esta obra en la siguiente cita:

"El Consolador es llamado el “Espíritu de verdad”. Su obra consiste en definir y mantener la verdad. Primero mora en el corazón como el Espíritu de verdad, y así llega a ser el Consolador. Hay consuelo y paz en la verdad, pero no se puede hallar verdadera paz ni consuelo en la mentira. Por medio de falsas teorías y tradiciones es como Satanás obtiene su poder sobre la mente. Induciendo a los hombres a adoptar normas falsas, tuerce el carácter. Por medio de las Escrituras, el Espíritu Santo habla a la mente y graba la verdad en el corazón. Así expone el error, y lo expulsa del alma. Por el Espíritu de verdad, obrando por la Palabra de Dios, es como Cristo subyuga a sí mismo a sus escogidos." —El Deseado de Todas las Gentes, 622-625. (EJ 173.6)

El Espíritu Santo es quien continúa el trabajo de redención en la tierra de manera muy especial. Hablando acerca del Espíritu Santo, la mensajera del Señor escribe la siguiente cita especial:

"Su obra es cooperar con Cristo, a fin de que usted sea completo en El. Al unirse a El por la fe, creyendo en El y recibiéndolo, usted se convierte en parte de El. Su carácter es la gloria de El revelada en usted.—Manuscrito 44, de 1897. (RJ 121.7)

La obra del Espíritu Santo es la de bautizarnos con poder, amor y fe para compartir el mensaje de la verdad al mundo entero:

"Dios desea vivificar a su pueblo por el don de su Santo Espíritu, bautizándolo de nuevo en su amor. No necesita manifestarse carencia del Espíritu Santo en la iglesia. Después de la ascensión de Cristo, el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos que esperaban, oraban y creían, con una plenitud que alcanzó a cada corazón. En el futuro, la tierra ha de ser iluminada con la gloria de Dios. Una influencia divina ha de emanar de los que están santificados por la verdad y alcanzar al mundo. La tierra ha de ser circuída con una atmósfera de gracia. El Espíritu Santo ha de obrar en los corazones humanos, tomando las cosas de Dios y revelándolas a los hombres."—The Southern Watchman, 5 de septiembre de 1905. (SC 310.3)

Sin lugar a ninguna duda, estamos viviendo momentos asombrosos en los que el Espíritu Santo nos ha de usar poderosamente con el espíritu de la verdad para compartirla a todo el mundo.

"El derramamiento del Espíritu en los días de los apóstoles fué “la lluvia temprana”, y glorioso fué el resultado. Pero la lluvia tardía será más abundante. ¿Cuál es la promesa hecha a los que viven en estos postreros días? “Tornaos a la fortaleza, oh presos de esperanza: hoy también os anunció que os daré doblado.” “Pedid a Jehová lluvia en la sazón tardía Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba en el campo a cada uno.”—Joyas de los Testimonios 3:211. (SC 311.1)

Muchos grupos independientes en la actualidad tergiversan tanto citas bíblicas como citas del los testimonios introduciendo de esa manera sus propias opiniones y creencias personales minando y restringiendo su propia fe y la fe de otros, de esa manera obstaculizan la obra perfeccionadora del Espíritu Santo en sus propias vidas en este tiempo del Fin. En definitiva, es imposible conocer y entender la verdad si rechazamos la personalidad, individualidad y Deidad del Espíritu Santo. Es imposible que el Espíritu Santo venga en su lluvia tardía y nos llene con poder si no creemos en el. Es imposible que el Espíritu Santo perfeccione nuestro carácter si no creemos en el. Es imposible que el Espíritu Santo nos selle para vida eterna en este tiempo final si no creemos en el. Si no creemos en el Espíritu Santo como un Ser diferente a Cristo y al Padre entonces no podremos ser salvos, porque el único que convence de pecado y de juicio es El Espíritu Santo.

"Es fundamental que el creyente comprenda el significado de la promesa del Espíritu Santo antes que Jesús venga por segunda vez. Hablen acerca de esto, oren por él, prediquen acerca de él; porque el Señor está más deseoso de conceder el Espíritu Santo que los padres a dar buenas dádivas a sus hijos. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16.—The Review and Herald, 15 de noviembre de 1892. (RP 12.4)



Por José M Suazo

Profesor de Teología

Director y Fundador de Instituto Teológico Ammiel







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